Soñé contigo

Soñé contigo. Los mismo lugares, pero contigo. La misma rutina, pero a tu lado. Y todo era diferente. Un simple roce de manos puede voltear el mundo de revés, girando 180 grados. Regresando al mismo punto de partida, pero a un sitio completamente distinto. Porque es contigo. Y cuando estas tú, las penas que me aquejan les da vergüenza salir. Porque las opacas con tu luz y las llenas de color y las transformas en promesas. En planes, en sueños. Pero todos de ellos, contigo. Un sonrisa genuina de tus labios, me amarra y me sumerge, me ahoga de empalago y me lleva otra vez a la superficie, jalando de mi boca una sonrisa torcida que quiere imitar a la tuya, pero se queda lejos, como el árbol queriendo ser bosque, o el pájaro añorando ser águila. Como yo, queriendo estar contigo. Y si llegaras a besarme, me elevaría volando acurrucada en tus brazos hasta llegar a la luna y acunarme en su menguante, con alas de mariposa entre un viento de agua. Pero sería contigo. Siempre, contigo...

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